miércoles, 8 de octubre de 2008


Las primeras hipótesis de una comunicación sin cables y transmitida por canales que están en el espacio, por medio de satélites artificiales, fue en 1945 que el Secretario de la Sociedad Interplanetaria Británica, Arthur C. Clarke lanza esta hipótesis, tachándolo mucha gente de sensacionalista.
El SPUTNIK satélite ruso, lanzado en octubre de 1957 fue el primer satélite durando 21 en una orbita elíptica de baja altura, cubriendo una pequeña fracción de la superficie terrestre. La Unión Soviética hizo varias versiones del satélite original SPUTNIK, con su primera modificación mandando a la perra Laika dentro del satélite, después en 1958 lanza la tercera versión de este satélite.
Estos satélites tuvieron un sistema pasivo pues no tenían aparatos de retransmisión. Los satélites activos vendrían de la mano con las nuevas tecnologías y avanzando de la mano con esta.
Pero el primer satélite totalmente activo fue el COURIER lanzado por Estados Unidos en 1960, este tan solo duro 70 días usando celdas solares, equipado para recibir y mandar información.
El primer satélite que mando la NASA fue el SYNCOM 3 en febrero de 1963 una de sus funciones era transmitir los juegos olímpicos.
INTELSAT I fue el primer satélite internacional, lanzado por el consorcio internacional INTELSAT desde Estados Unidos y colocado sobre el océano Atlántico.
La primera red satelital domestica fue lanzada en 1967 por la Unión Soviética, el sistema MOLNIYA, que consistía en una serie de 4 satélites en órbitas elípticas con una cobertura de 6 horas por satélite.
Para 1962 Estados Unidos contaba con 120 satélites, mientras que Rusia contaba con tan solo 33. En 1963 la unión internacional de telecomunicaciones da a conocer las primeras normas en materia de telecomunicaciones por satélite. Un año después se formó el consorcio internacional Intelsat, encargado de administrar una nueva serie de satélites geoestacionarios.

lunes, 6 de octubre de 2008



Órbitas Geoestacionarias
Una órbita geoestacionaria (GEO = geosincronizada) es aquella en la que el satélite siempre esta en la misma posición con respecto a la Tierra (que rota). El satélite orbita a una altura de aproximadamente 35790 Km. porque esto hace que el periodo órbital (la duración de una órbita) sea igual al periodo de rotación de la Tierra (23h 56m 4.09s). Al órbitar al mismo ritmo y en la misma dirección que la Tierra, el satélite esta estacionario (sincronizado con respecto a la rotación de la Tierra). Los satélites geoestacionarios proporcionan un panorama de observación muy grande permitiendo cubrir los sucesos relacionados con el tiempo. Esto es especialmente útil para observar tormentas locales severas y ciclones tropicales. Debido a que la órbita geoestacionaria debe estar en el mismo plano que el de rotación de la Tierra denominado plano ecuatorial, proporciona imágenes distorsionadas de las regiones polares con baja resolución espacial(NASA nationa aeronautics and espace administration)

martes, 30 de septiembre de 2008


Los satélites de comunicación
Estos satélites, que conocen un éxito creciente, sirven para transmitir informaciones de un punto al otro de la Tierra: comunicaciones telefónicas, programas televisados, datos de Internet... Son mastodontes del espacio, se encuentran entre los satélites más potentes y ¡en lo más alto del cielo!
© EADS / D.Apikian
¿Cómo funciona?La Tierra envía una señal al satélite (por ejemplo, una emisión de televisión), que la amplifica y la reenvía hacia otro punto de la Tierra, es decir, hacia otros tele-espectadores. Así, varios miles de millones de seres humanos pueden mirar, con un desfase muy pequeño, la final de una copa del mundo de fútbol. Con los satélites, ya no hay problemas de relieve (las montañas) o de flujo de las informaciones (los cables submarinos) o de averías ligadas a la nieve, al viento, a los temblores de tierra… ¿Sus únicos fallos? Cuestan caro y la señal necesita tiempo para recorrer los 72.000 km correspondientes a la distancia de la Tierra-satélite ida y vuelta: aproximadamente 0,2 segundos…
¿Por qué no ponerlos más bajos?Se ha probado. Los primeros satélites de comunicación (Echo 1, creación de la Nasa, fue el pionero en 1960), se colocaron en órbita baja. Pero las comunicaciones se cortaban con regularidad, ya que los satélites, debido a su órbita, giraban varias veces al día alrededor de la Tierra. Por lo tanto, son las órbitas geosíncronas* las que fueron utilizadas masivamente, ya que los satélites giran exactamente al mismo tiempo que la Tierra, haciendo permanente las comunicaciones… ¿Práctico en caso de tiro al blanco, no?
Constelaciones de satélitesSe han creado verdaderas redes de satélites de comunicación: colaboran para atender al mayor número posible de personas. Pueden ser internacionales, como Intelsat*, la organización internacional de satélites de comunicación, que reúne a más de 120 países o Inmarsat (International Maritime Satellite) o bien regionales (la European Communication Satellite especialmente que, en Europa, consolida la cooperación de los Estados Miembros). Sobre todo, frente a la explosión de la demanda, se vuelve a satélites de comunicación en órbitas medianas (MEO*) que forman entre ellos constelaciones*, un tipo de telas de araña que permiten compensar con los unos lo que pierden los otros cuando pasan al otro lado de la Tierra